ESPECIAL: Trilogía Diabolik

 

La primera vez que Diabolik, el cómic de Angela y Lucina Giussani se trasladó a la gran pantalla fue en 1968, de la mano de Mario Bava (Hércules en el centro de la Tierra), con John Phillip Law (Barbarella) interpretando al audaz y atrevido ladrón que ponía en problemas al inspector Ginko, aquí interpretado por Michel Piccoli (Belle de Jour) y Marisa Mell (Casanova 70) en el rol de Eva Kant. 

No fue hasta 2021 que el personaje vio una nueva adaptación. Los artífices de tal hazaña son el dúo de Antonio y Marco Manetti. Los cineastas escogieron a Luca Marinelli (La vieja guardia) y Mirian Leone (1994) para insuflar aires renovados a Diabolik y Eva Kant junto a Valerio Mastandrea (Adagio) en el papel del ya mencionado inspector Ginko. 

Desde el Espanto Show, la web de ConCdeCultura dedicada al cine de terror, fantástico y los cómics, repasamos la trilogía dedicada al personaje de Diabolik dirigidas por los Manetti. 

Diabolik (2021)

https://youtu.be/wGRtIp735iY?si=TD7UbdDiEM6aUO7Q

El debut de los Manetti Bros. con Diabolik fue recibido como un regreso esperado del célebre ladrón enmascarado. La película brilla por su estética cuidada, su ambientación noir y la poderosa presencia de Eva Kant, interpretada por Miriam Leone, verdadero corazón del relato. El diseño de producción logra capturar la esencia del fumetto nero con precisión, y la dirección apuesta por un ritmo clásico, con atmósfera elegante y pausada. Sin embargo, esa misma apuesta se convierte en un arma de doble filo: la narración se siente irregular y el protagonista carece del magnetismo necesario para sostener el mito. Como arranque, resulta interesante y con potencial, pero deja la sensación de que el personaje todavía guarda más de lo que se muestra en pantalla.

Diabolik – Ginko al ataque(2022)

https://youtu.be/rZ2l_E5dKqw?si=UuOoYW3xAXajdFl0

La segunda entrega busca expandir la mitología del personaje, enfrentando a Diabolik con su eterno rival, el inspector Ginko. La premisa era potente, pero la ejecución no termina de estar a la altura. El guion apuesta por un tono más directo, aunque la historia pierde fuerza frente a la primera entrega. El desarrollo se resiente por un ritmo que se vuelve previsible y por una falta de tensión sostenida. Aun así, la elegancia visual y la figura de Eva Kant mantienen vivo el interés, aunque la película no logra superar la chispa inicial del debut. En lugar de crecer, la saga parece entrar demasiado pronto en terreno seguro.

Diabolik – ¿Quién eres? (2023)

https://youtu.be/BgYJmL7Chgw?si=2prlsUyCRRu8Qk9B

El cierre llegó en 2023 con Diabolik – ¿Quién eres?, la entrega más ambiciosa en términos de introspección del personaje. En esta ocasión, los Manetti Bros. se atreven a explorar los orígenes del “rey del terror”, atrapando a Diabolik y al inspector Ginko en una situación límite que obliga al criminal a desnudar su pasado. La jugada prometía dar densidad emocional y una nueva capa de complejidad al mito, alejándose del mero artificio visual para adentrarse en el terreno del drama psicológico.

El resultado, sin embargo, no estuvo a la altura de lo que planteaba su premisa. Aunque la puesta en escena mantiene la elegancia habitual —con un diseño de producción que remite a la sobriedad del noir clásico y una fotografía cuidada—, el relato se diluye en una narración excesivamente pausada. La promesa de revelar “quién es” Diabolik se resuelve con más insinuaciones que certezas, dejando la sensación de un retrato incompleto. El duelo entre Diabolik y Ginko, que podría haber elevado la tensión dramática, carece de la fuerza necesaria para convertirse en un clímax memorable.

En conjunto, la saga de los Manetti Bros. se erige como un experimento valioso y estéticamente notable, capaz de devolver a la pantalla grande a un personaje fundamental de la cultura popular italiana. No obstante, la irregularidad entre entregas y la falta de contundencia dramática impidieron que se convirtiera en una saga de referencia. Diabolik regresó con estilo, pero en su cofre de tesoros faltó el veneno que lo convirtió en mito.